Cuarto episodio de la temporada en el Clásico del baloncesto nacional. El Real Madrid se llevó el primero en la Supercopa de España y el Barça los dos siguientes en la Euroliga y la Liga Endesa, el último durante las recientes Navidades. El WiZink Center repetirá como escenario este jueves de un partido que se retrasó su horario por culpa del fútbol (19.00h) y al que ambos equipos llegan compartiendo la cima de la máxima competición europea.
La Euroliga está más rumbosa que nunca esta temporada y hasta cuatro clubes portan la etiqueta de colíderes después de 20 jornadas de fase regular. Junto con Olympiacos y Fenerbahce, los dos ‘grandes’ del baloncesto español también pueden presumir de ello, pero uno dejará de hacerlo después de este Clásico.
Pocos resquicios tienen para sorprenderse mutuamente Chus Mateo y Sarunas Jasikevicius, y tampoco parece el momento propicio para enseñar las cartas. Tiempo habrá de afrontar Clásicos más decisivos, quién sabe si dentro de poco en las semifinales de la Copa del Rey. «Quizás estamos jugando demasiados Clásicos, pero es lo que esperan los seguidores», lamenta el técnico lituano del Barça. «No deja de ser un partido de fase regular con una trascendencia relativa, pero un Clásico siempre es un Clásico», replica su homólogo del Real Madrid.
Con todas las estrellas
Mateo, que recupera a Nigel Williams-Goos y tiene la única baja de Alberto Abalde, cuenta en su arsenal con el excepcional momento de forma que atraviesa Edy Tavares, de nuevo a su mejor nivel tras un arranque de curso algo titubeante. El africano vuelve a sembrar el terror en la zona y eso siempre es una mala noticia para cualquier rival. Por su parte, el Barcelona llega liderado por dos ex madridistas, Nico Laprovittola y el recuperado Nikola Mirotic, y con Sergi Martínez como único inquilino de la enfermería. Todas las estrellas de ambos equipos, a punto para otro choque de trenes.